Cuestión de privilegio planteada por la señora senadora Durango (S.- 1.305/20.) Sr. Presidente (Closs).- Para una cuestión de privilegio, tiene la palabra la senadora Durango.
Sra. Durango.- Muchas gracias. Buenas tardes, señor presidente. Voy a solicitar, en nombre del bloque Frente de Todos y Todas, una cuestión de privilegio contra las expresiones agraviantes vertidas en un programa de televisión hacia la vicepresidenta de la Nación y, por ende, a la investidura de este cuerpo. Siempre que recibimos en la Banca de la Mujer noticias de diferentes hechos de violencia que han tenido como destinatarias a las mujeres, nos oponemos y nos solidarizamos. Siempre. Todas las manifestaciones de violencia son repudiables y no justificamos ni justificaremos a quien las realice. Lo hemos afirmado siempre y lo seguiremos haciendo. Pero quiero, señor presidente, referirme a un hecho que excedió todos los límites y es, en sí mismo, un compendio de todo lo mal que está y que debemos desaprobar y denunciar las mujeres, más allá de la postura política que nos contenga. El sábado, en el horario central, en un programa de televisión, hubo una referencia a la vicepresidenta de la Nación. Una referencia violenta, agresiva, patologizante y muy humillante. Quienes compartían el programa lo escucharon tranquilamente, lo aprobaron con su silencio y con su asentimiento en los dichos. Todos sabemos que el que calla, otorga. No lo vamos a tolerar. No lo toleramos las mujeres de este recinto o, por lo menos, las de nuestro bloque. Y no lo toleran los movimientos feministas. Hemos dicho aquí y en otras circunstancias, y lo reiteramos, que cuando tocan a una nos tocan a todas. Porque mientras nosotros venimos alzando la voz para hacer oír nuestro reclamo de igualdad, de equidad, de no violencia y de paridad, hay en nuestro país un machismo arraigado, autoritario y violento que, en esas expresiones hacia la vicepresidenta y presidenta de este cuerpo, mostró, una vez más, el desprecio que sienten por nosotras las mujeres. No es casual que semejante desprecio sea hacia la expresidenta de las y los argentinos, como tampoco es casual que sea a una mujer. No, porque no es la primera vez y porque claramente es el modo que tienen de vernos y de tratarnos, descalificándonos desde el odio, con agravios, con violencia política y con violencia mediática. El sábado se refirieron, con nombre y apellido, a Cristina Kirchner, diciendo cosas que no voy a repetir en este lugar. Me avergüenzo de repetirlas. Podría sí analizar cada palabra de ese mensaje misógino, pero solo me voy a detener en dos cuestiones. La primera, esa manía histórica de agredirnos, como ya lo hicieron con Evita y como ahora lo hacen con Cristina. “Viva el cáncer”, le escribieron a Eva. “Ella es el cáncer” le gritan a Cristina. Quienes hemos transitado esa enfermedad –y yo soy una de ellas, señor presidente– y sabemos lo difícil y doloroso que es atravesar el cáncer, no podemos menos que, con todas nuestras fuerzas, desaprobar esta patraña. La segunda cuestión a la que quiero referirme en particular es a esto de calificarla de falta de compañía. “Es una mujer sola”, dijeron, para señalarla como incompleta, como desprotegida. Otro estigma que se repite hacia ella y muchas de nosotras. Igualmente, y más allá de ser esto, obviamente, una falacia, la cantidad de voces de rechazo a esta estigmatización que se escucharon en estas horas marca que usted, señora presidenta –aunque no esté ahí sentada pero seguramente me esté escuchando– no está sola. La cantidad de votos que recibió también lo dice con meridiana claridad. Y todas y todos los de este bloque Frente de Todos y Todas, la acompañamos con admiración, con afecto y con muchísimo cariño. Por lo tanto, no está sola, señora presidenta. Y no queremos más violentos en ningún lugar. Mucho menos, en los medios de comunicación. La intolerancia y el odio no aportan al diálogo político en beneficio de la democracia. Por el contrario, lo complican todo. Por eso pido a las senadoras y a los senadores de la oposición que adhieran a este repudio, que junto a nuestro bloque desaprueben este proceder machista y de violencia mediática y política. Señor presidente: voy a leer a continuación una parte sustancial del comunicado de nuestro bloque Frente de Todos y Todas sobre esta situación: Desde el bloque de senadores y senadoras del Frente de Todos y Todas queremos manifestar nuestro enérgico repudio a las declaraciones producidas en un programa de televisión el día sábado 20 de junio del 2020. Expresiones como las pronunciadas son reproductoras de violencia política contra las mujeres y que, como tal, además de violentar de manera directa a la señora Cristina Fernández de Kirchner, tienen el doble fin de adoctrinar y aleccionar a otras mujeres para alejarlas de su participación política. Asimismo, debemos decir que estos discursos afectan a nuestra democracia dado que apuntan directamente contra una de las máximas autoridades de nuestro país como lo es la vicepresidenta electa del pueblo argentino. Es nuestro deber alertar que figuras como esta están presentes en los medios de comunicación reproduciendo dichos misóginos. No es inocente que se haya referido de tal manera a la exmandataria en un horario central. Con ello produce y reproduce un discurso de violencia en nuestra sociedad. Resulta inadmisible que manifestaciones de odio y violencia de género como esta se reproduzcan impunemente en la televisión. Pueden variar los personajes. Antes escribían en las paredes: “¡Viva el cáncer!”. Hoy lo dicen en el horario central de los medios hegemónicos. Pero el sentido histórico es el mismo. Son reacciones de grupos minoritarios hacia gobiernos que toman decisiones que benefician a las mayorías. Muchas gracias, señor presidente.
Sr. Presidente (Closs).- Gracias, senadora. La cuestión de privilegio pasa a la Comisión de Asuntos Constitucionales para su tratamiento.